Reconocimiento

A todos mis amigos:

Aunque no soy muy dado a ser partícipe de festejos que en su mayoría tienen un fin comercial, solo deseo reconocer su amistad. A los que aparecen en este blog les digo: ¡gracias!

A los que no aparecen en este blog y debieran hacerlo, les ofrezco disculpas. Mi olvido, mi negligencia, a impedido esto. Otra vez ofrezco disculpas.

No están olvidados.

Miguel

No hace mucho tiempo que conocí a Miguel. El trabajo ministerial nos hizo compañeros y después de forma natural nos convertimos en amigos. Quizá algún día, solo quizá, nos convirtamos en consuegros.

Lamento que los Pumas, el equipo de sus amores, haya perdido la final del campeonato de futbol, pero no hay pena que con una buena amistad no se pueda olvidar.

Este comentario solo es para felicitarle poque recién se anunció que será ordenado al Ministerio.

Miguel: ¡felicidades! que Dios derrame sobre tí muchas más bendiciones.

Sin embargo hay una pregunta que nunca me he atrevido a formularte, pero la ocasión lo amerita:

¿Que se siente convivir las 24 horas del día con 4 mujeres?

¡Pobre de tí!

Angel

Siempre he hablado de él como parte de la familia. Tengo que hacerle justicia, también es mi amigo.

Javier

No sé con certeza como describirlo pero si sé que es un hombre de convicciones.

No lo conocí en la Universidad, más bien llegó a la Asociación de otro campo. Era el hijo que regresaba a casa y era bienvenido. Me sustituyó como miembro de la Junta Directiva y supo asumir su papel como tal, si bien su posición no era radical ni crítica si mantuvo su dignidad e independencia.

Las visicitudes de una cuadrienal nos alejaron, al final no creo que valga la pena aliniearse en tal o cual bando para perder una amistad. El que no comparta sus conceptos y viceversa en vez de debilitar fortalecerá la relación, eso es lo que espero.

Pero mientras el dolor pasa y la penas se pierden en el trabajo cotidiano, deseo le vaya bien y deseo sobre todo restablecer la relación lastimada por visiones antagónicas.

Pocos como él, con posiciones firmes. No lo deseo como adversario. Sería el fin para mí.

Roberto Morales Mendoza

¿Porqué se acordará uno de los amigos cuando están en dificultades?

Viendo la devastación que ocasionaron las lluvias en Chiapas, de repente me acordé de Roberto que vivía en Tapachula o en algún rancho cercano y pensé: "¿estará vivo?. ¡Híjole! tal vez como dijo el Negro: "ese cuate está subido en un árbol".

No deseo hablar del pasado pensando que se ha ido, pero no encuentro otra forma.

No sé de que tribu vino, pero era bronco, directo. Si bien no tenía refinamiento al expresarse, lo hacía con claridad meridiana y todos le entendían. Cuando se le venía venir los que podían huían y los que no aguantaban a pie firme las guazas y las pullas.

Heredé un Distrito que él dejó y se constituyó en un desafío. Su trabajo había sido extraordinario especialmente con los jóvenes. Todávía lo recuerdan y algunos dicen: "en paz descance".

¿Cómo olvidar su Chevy morado sacado de agencia? Cierto es que al ver el color empezamos a dudar de sus gustos... pero bueno, a los amigos todo o casi todo se les tolera. Cierto es que en esa cajuela no cabía ni la llanta de refacción pero era un Chevy morado sacado de agencia. Por cierto, ¿ya lo habrá pagado?

Recuerdo el buen recibimiento que nos dió cuando fuimos a Cozumel, agradecimos enormemente sus atenciones.

¿A donde estará? me precisa saber su ubicación para enviarle un salvavidas o una corona de flores.

Un buen amigo, sin duda.

Blas Joaquín

Vivimos muchas experiencias juntos, algunas amargas y otras dulces.

Recientemente platiqué con él aunque se encuentra lejos, físicamente, claro. Del corazón cerca está.

Sufrimos los desencantos de los corazones juveniles y finalmente terminamos nuestras vidas sentimentales en otros brazos muy lejos de lo que habíamos imaginado y por ello creo que la vida fue generosa con nosotros.

Es imposible olvidar las "cápsulas" que nos recetaba a diario, lo cual dió origen a su mote: "el boticario". Eran cápsulas de vida, de nobleza.

Sé que se dedica a hacer lo que le agrada: ayudar a la gente.

Mi amigo.

Manzano

Oaxaqueño puro.

Si alguna vez creí en alguien a pie juntillas fue en Pedro. En algún momento de su vida no fue bien visto por quien en ese momento tenía las riendas y quizo perjudicarlo. No pudo.

¿Cómo perjudicar a quien tiene una mirada franca? No sé si alguien más lo hizo pero decidí tomar partido por él al costo que fuera. En realidad no hice nada pero gané su amistad. Nos vemos cada verano que coincidimos, pero más que una coincidencia física tenemos una coincidencia moral.

Sé de él cuando pide donativos. Creo que no le he otorgado alguno pero seguimos siendo amigos. Las comidas el las propone y yo las despacho.

Más aún, puedo solicitarle un favor que no dudo cumpliría. Me siento honrado de haberlo conocido.

A tu salud, Pedro, en donde estés.

Tomás y Edith

Desconozco que fue lo que nos hermanó, pero sin duda fueron aspectos fundamentales de la vida. Tal vez un mismo proyecto a futuro, quizá las decepciones del espíritu, o simplemente la certeza de que eramos entendidos en nuestros desvaríos cotidianos y en nuestro silencio impenetrable. Y así nos hicimos amigos.

No puedo separar a Tomás de Edith. Desde que recuerdo estaban juntos en las buenas y en las malas, ya desde entonces se vislumbraba la pareja que serían. Creo que la balanza de la vida se a cargado sobre lo bueno y le obsequió dos hijas que espero sean mis nueras.

Hoy tengo la certeza de que en la lejanía cuento con ellos y aunque nos vemos cada vez que muere un papa, nunca se está lejos cuando el aprecio se multiplica.

Son mis amigos ¿y que?

Fernando Velazco

En un momento emocionalmente conyuntural de mi vida, estuvo ahí. Sin hacer preguntas, solo con el apoyo de la amistad. Gracias.

Benjamín Quiroz

"El gato", así le decían, ignoró si por su agilidad o por su reticencia a bañarse. Fue el compañero de la primaria y había algo que nos hermanaba: el tamaño. Ser pequeño tenía sus ventajas ya que en todos los eventos el y yo eramos los primeros de la fila.

Su padre murió en un accidente de motocicleta, nunca hablamos de ello.

Al igual que los amigos valiosos tiene décadas que no sé de él, pero lo sigo considerando mi amigo, ¿que más puedo pedir?

Rodolfo Prieto

Ignoro en que momento lo conocí, pero es de esas personas que te caen bien al primer contacto. Habiendo salido del "mundo" abrazó el adventismo con fervor y no lo ha dejado.
Recuerdo que siempre pedía una foto y una copia del acta de nacimiento para inscribirnos en algún equipo de futbol. Habiendo jugado al balompie de forma profesional no podría sustraerse a la tentación del balón. Aún hoy no a perdido el toque ni la claridad del juego.
Una esposa excelente, indudablemente una de sus mejores virtudes.
Lo aprecio como a pocos y creo que ahora es valorado por lo que realmente es. Me siento honrado de ser su amigo.
¡Arriba Oaxaca!

Beto Gil

Cronológicamente fue Beto el primer amigo que recuerdo. Nos conocimos en la Escuela y en la Iglesia. No sé con exactitud que fue lo que nos hizo afines, pero coincidimos en muchos aspectos. Si bien era un poco menor que yo la llevamos bastante bien y compartimos bastantes momentos juntos.

Recuerdo que algunos sábados después de ir a la Iglesia me invitaba a comer a su casa y en algunas ocasiones me quedaba a dormir. Eran aventuras de niños que no se olvidan.

En algún momento vimos una película sobre el hacha voladoras y vivimos por algunas horas atemorizados. Si bien no lo he visto y no me he podido comunicar con él, le guardo el aprecio de la primera amistad.

Donde estés, Beto, que Dios te bendiga.